Sin alma

Cada mañana me asomo a la calle con mi hoja de papel toda en blanco, tratando de llenarla de ilusiones, y empiezo a tomar nota de todo cuanto veo,de todo lo que intuyo detrás de cada máscara. Con frecuencia a la noche, cuando miro mi hoja, toda ella está llena de maldades, que yo tomo y recuento, y luego las recuerdo pasando por la calle y guiñándome un ojo, aunque yo pretendía negarles la existencia; pero no se dejaban hasta ver que ya estaban inscritas en mi hoja. Yo entonces me pincho con finos alfileres para estar bien seguro de que aún sigo vivo, de que no estoy ya muerto, con mi cuerpo corrupto y mis huesos sin alma.

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21/02/16

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